El artículo publicado por mi compañero Miguel Pérez sobre las barreras de entrada de Velneo me recordó mis primeros días del contacto con el español.Citando algunos comentarios que habéis dejado en el mismo post, pero en MI versión:- ¡Qué raro suena esa letra (me refiero a la ERRE ;)!- ¿Realmente quiero apostar mi futuro por un idioma que ni sé en cuántos países se habla?- ¿Qué compatibilidad tiene con otros idiomas? (El saber inglés me favorece? y el chino??)- Los recursos están muy dispersos. Está todo en Internet, presencialmente sólo tengo un manual y dos cintas.- En muchas cosas me siento “a ciegas”: (yo soy, yo fui, yo era, yo fuera, yo hubiera sido, pero dime cuál por favor!!)Así empezó mi carrera con el idioma, con un manual y dos cintas, así como una pasión y un esfuerzo tremendo: para pronunciar la ERRE, para entender y memorizar todas las conjugaciones verbales, para no confundir cuándo poner la tilde y cuándo no, para buscar una comunidad con quién practicarlo y compartir la experiencia, etc... hasta que llegó un día que pude escribir un artículo entero, y entender a la gente de otra parte del planeta y hacerme entendida, qué locura!!En fin, los manuales y cintas nunca sobran, pero más valen son otros elementos (esfuerzo, ilusión, esperanza.) que nos llevan hacia y hasta nuestro destino. Por eso, me gustaría recomendaros otros dos artículos escritos por nuestros compañeros: Testimonio desde Perú e Impresiones desde Colombia, que nos cuentan sus vCarreras a pesar de las barreras de entrada.Espero que con este post os haya entretenido y animado un poco: "un viaje de mil km comienza bajo los pies de uno".